Chusma

Hallándome en la fisiológica necesidad de expulsar los desperdicios de una copiosa merendola, y después de haber sufrido más de hora y media en el revolucionario cinematógrafo viendo uno de los más lamentables y tediosos filmes de la HISTORIA de ESPAÑA ( En la ciudad de sylvie, repugnante historieta que debiera ser censurada, no tanto por las inexistentes tentaciones amoroso-sexuales representadas, sino más bien por la falta de dichos elementos y la sobreabundancia de tediosas escenas de duración infumable. Cabría pues apelar a la piedad del Señor Guerin y decirle con todo nuestro buen querer: Si su vida es un tortuoso camino hacia el Averno, atraviésese el cráneo con un poco de plomo, mas no pretenda hacernos partícipes de su basura, de su estúpida y lumínica agonía. No nos hundiremos con usted ), pues bien, estando en tal situación, dirigíame yo con total parsimonia a los excusados cuando una voz armada de arco y cachiporra me interpeló de humillantes maneras:

- Oyes, oyes tú! Los baños están cerrados. Si están apagadas las luces es por algo, ¿no?.

Con el pecho henchido de cólera ante tamaño ejercicio de putinesca represión contra las más naturales necesidades humanas, contestole quien les escribe:

- Disculpe usted tamaño atrevimiento. Cuan incivilizado he llegado a ser, defecar en el excusado! Recuérdeme, pues, buen hombre, que la próxima vez utilice sus prominentes fauces para depositar mis excrementos.