viernes, 11 de abril de 2008

André o la Oda a la Pederastia

Después de tiempo sin vagar por estos anaqueles llenos de textos resesos y un bibliotecario que duerme desde que la voz rasgada de Ibán ferreiro dejó de escucharse en la gramola que la junta de mamotretos anticuados que dirige la bilioteca decidió darle un respiro al pobre hombre y permitirle escuchar algo de música mientras vigila a la nada que entra por las puertas inamobíbeis en busca de unos libros condenados a la cópula ya conocida, a la caricia de las rugosas manos del anciano, al onanismo minimalista, al beso de unos labios secos por la morriña del chiquillo adolescente que frecuentaba el edificio en busca de la experiencia y sensualidad de un hombre que le enseñó a expulsar los flujos de su joven cuerpo a golpe de mordisco na colloada, de lametazo na ingle, e todo baixo a perversa mirada do Maestro Das Almas Castradas pola Sociedade dos Hipócritas: André, otro incomprendido, otro olvidado por los desclasados.

Y es que quiero contarles mi historia, la historia de una joven adolescente que una noche, bajo la sombra de la Polla Parisina introdujo sus dedos entre los labios y se hizo daño: se provocó una hemorragia de placer, rasgó el inacabado óleo que escondía en su cuerpo como ajuar y acabó gritando en la noche por el nombre de un hombre que ni tan siquiera conocía. Pero acudió a mi llamada y acabó el ritual que inconscientemente había iniciado con su cuerpo.

No amo a la mujeres- me dijo- y me recogió del suelo para llevarme en brazos a su morada. Llevo algún tiempo aquí abajo, no sé cuanto, pero supongo que el suficiente para poder afimar que me he hecho vieja, que él se ha hecho viejo y que sólo me guarda como fetiche, como objeto de recuerdo de aquella joven que penetró en los jardines, la única con la que se atrevió a desafiar su naturaleza pecaminosa, impura, pederasta. Todavía no ha venido a verme. Temo que haya muerto en alguno de los cuartos por los que hace meses le escuchaba pasear. No me dejó la llave. Tengo hambre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ala, ala... oda a la pederastia, ni que fueras fonsi XD

Oye, y si no escuchas porque no te van los altavoces??