miércoles, 25 de junio de 2008

Cómo sentir que el cerebro eyacula

Con la perifrástica tímbrica de Tomasini y los golpes de tacón que Othon descarga contra el suelo para cortarle el camino al aire musicalizado que sale de su piano, al que cubre con su pecho para acariciar como amante perverso los extremos hasta ahora irreconciliables del teclado y dejar al voluminoso instrumento negro extasiado y al público en trance.



Sublime.

miércoles, 18 de junio de 2008

El honor del peoncito/Por amor a Ferdydurke I


Y si al bajar las escaleras me quivoqué de mirada y reflejé la belleza del pederasta en la punta del zapato y no en el lóbulo izquierdo de la oreja ventricular?. El chal le cubría las alpargatas pero la vida le deparaba otro tipo de pisadas, las del hombre descalzo sobre las llamas que aúlla cuando mamá le quita la merienda y le azota la narizota con palmaditas fálicas.

Cruzar el río nunca es bueno, lleva consigo un cambio en las estructuras óseas del frontispicio frontofacial, y con ello, la muerte de la palabra.

Solamente espero el triunfo de las orejas peludas de los ancianos decrépitos que vuelven en busca de sus amores adolescentes a la playa donde el tío soltero les enseñó a pescar caracoles entre las escondidas rocas del Cañón de Colorado. Y las vida les regaló mordiscos en el cuello, manotazos en el pubis y melocotón con nata en las noches de tormenta.

Pero volví a equivocarme de mirada y reflejé la belleza del pederasta en el lacito azul de la niña que llevo de la mano camino del purgatorio de las adolescentes perdidas.

Conspiraré contra tu cuerpo para alcanzar tu llegada y despedirte al alba con tu cadáver entre mis piernas.

Fabel, mon amour. Elske me.









*Fabel: adiós
*Elske me: ámame/me amas.